En la película Jurassic Park, del director Steven Spielberg, seudo científicos clonan a un dinosaurio a partir de una gota de sangre conservada en ámbar. Si bien esta posibilidad es ficticia, lo real es que esta resina permite a paleontólogos acceder a seres que quedaron atrapados en ella hace millones de años.
Sin embargo, un estudio reciente cuestiona que el ámbar pueda reflejar en su totalidad las especies que habitaron el planeta a lo largo de su historia.
"Lo que nosotros vemos en el ámbar es que no representa completamente lo que podemos encontrar en una selva tropical o en un bosque. Sabemos que hay algún tipo de sesgo, pero no sabíamos de forma estadística qué parte teníamos representada en la resina", explicó a Sputnik Mónica Solórzano, del Instituto de Investigación Senckenberg de Frankfurt.
La hipótesis que manejan es que los insectos conservados por el ámbar no son necesariamente los que estaban más presentes en el ecosistema, si no los que tenían mayor relación con el árbol.
En la expedición al país africano, los investigadores colectaron material para comparar cómo la resina atrapa los organismos que abundaban en el medio, y así entender si las muestras del pasado son completas o no. Hasta el momento han obtenido 20.000 ejemplares.
"Encontramos que hay muchos organismos que no vamos a encontrar en la resina, o que son extremadamente raros, porque son insectos que no se acercan al árbol y no tienen ninguna relación con este", indicó la investigadora.