"Del 'caza furtivo ruso de quinta generación ensayado en combate' se habla mucho, pero las fotos publicadas en vísperas del Desfile de la Victoria revelan que simplemente no es un avión dotado con tecnología sigilosa", señala el periodista Alex Lockie en un artículo para Business Insider.
El autor cita a un científico anónimo implicado en el desarrollo de aeronaves de baja visibilidad para los radares.
Al estudiar las fotos más recientes del avión ruso, el experto enumeró una serie de peculiaridades estructurales del avión.
T-50 aircraft got new livery for the Parade of Victory pic.twitter.com/0z99xY53Sq
— UAC Russia (@UAC_Russia_eng) May 6, 2018
Básicamente, el ingeniero señaló las diferencias en el diseño del Su-57 y del F-22 y F-35, como el acabado de la parte frontal del avión o las costuras en el fuselaje: cuánto más tenga el aparato, más visible será para las ondas de radio.
Con el caza ruso parece que "ningún esfuerzo ha sido aplicado" en el ámbito de la tecnología furtiva, afirmó el interlocutor del medio.
Entonces, ¿cuál es su objetivo?
Si alcanzar la paridad con los aviones estadounidenses en cuanto a la invisibilidad no era la prioridad del proyecto, pues ¿cuál es su misión?, pregunta el autor.
"La verdadera misión de la nueva aeronave rusa no es evitar los radares, sino cazar los aviones furtivos de EEUU, como los F-35 y F-22", sugiere.
Lockie cita un artículo del medio The Drive, donde se explica en detalle la táctica de combate conocida como 'beaming'.
Y aquí surge la innovación del Su-57. Al asumir la posición lateral para el 'beaming', el avión atacante perdería al enemigo de sus propios radares, pero el caza ruso está dotado con radares secundarios colocados perpendicularmente al equipo principal.
Esto le permite detectar a sus oponentes con la misma eficacia que durante un vuelo normal y apuntar sus misiles sin problemas.
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Básicamente, desde el principio, el Su-57 está diseñado para engañar a los novedosos radares de los cazas furtivos estadounidenses y, por supuesto, de adversarios menos sofisticados, sugiere el autor.
Desde hace años Rusia opta por un enfoque diferente al de EEUU en la creación de sus aeronaves, e "incluso sin la maquinaria precisa necesaria para construir una estructura realmente furtiva como la de un F-22, el Su-57 ruso continúa siendo peligroso y vigente", concluye el periodista.
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