"Ahora hay que mantener cabeza fría, el nuevo estudio ha ratificado lo que indicaba el anterior, que Incahuasi está totalmente en (el departamento oriental de) Santa Cruz", dijo a la televisión estatal el ministro de Gobierno, Carlos Romero, llamando al cese de las protestas.
Las organizaciones cívicas de Chuquisaca, uno de los distritos más pobres del país, iniciaron las actuales protestas a fines de abril, cuando el presidente Evo Morales sancionó una ley que aprobó la delimitación entre ambos departamentos, sin alterar el mapa vigente previamente.
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Las protestas chuquisaqueñas continuaban este fin de semana cuando la petrolera estatal YPFB publicó —dos días antes de lo previsto— un nuevo estudio de la consultora canadiense Sproule que ubica al campo Incahuasi por completo en Santa Cruz.
"Chuquisaca está indignado, el nuevo informe es un golpe bajo y no tiene valor legal", protestó en reacción inmediata el presidente del Comité Cívico chuquisaqueño, Rodrigo Echalar.
En Santa Cruz, el gobernador opositor Rubén Costas destacó que el informe de YPFB haya repuesto "la cordura y el sentido común" y culpó al Gobierno por el enfrentamiento regional.
"No puedo decir que esté satisfecho; el daño que se ha hecho a Santa Cruz, a nuestra relación con nuestros hermanos de Chuquisaca y a la convivencia de Bolivia, es irreparable", afirmó.
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El ministro Romero confió en que, tras el informe de YPFB-Sproule, Chuquisaca levantará sus protestas y terminará aceptando una propuesta gubernamental de aumentar las inversiones petroleras en ese distrito colindante con Santa Cruz y Tarija, los mayores productores locales del gas natural que Bolivia exporta a Brasil y Argentina.
Las exportaciones de gas natural reportarán a Bolivia este año unos 3.000 millones de dólares, casi un tercio del total proyectado de ventas al exterior, según los planes oficiales.
La producción de Incahuasi generó en 2017 para Santa Cruz regalías por unos 60 millones de dólares, cifra relativamente importante en la pequeña economía boliviana.