"Lo que puedo decir es que estos y otros están siendo investigados y que la investigación del caso Marielle está llegando a su etapa final; creo que en breve tendremos resultados", dijo a la prensa el ministro de Seguridad Pública, Raul Jungmann, en declaraciones que recoge el diario O Globo.
Franco fue asesinada de varios disparos en la cabeza junto a Anderon Gomes, el conductor del vehículo en el que ambos viajaban por el centro de Río de Janeiro el pasado 14 de marzo.
Según las investigaciones, fueron acorralados por un Chevrolet Cobalt plateado del que salieron los disparos y en el que viajaban cuatro personas.
Entre los ocupantes había un agente de la Policía Militar que se encuentra en activo y un expolicía perteneciente a una milicia que opera en el barrio de Ramos, al norte de Río de Janeiro.
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Al margen de los supuestos autores materiales del crimen, la investigación también se centra en el concejal del conservador Partido Humanista de la Solidaridad, Marcello Siciliano, y en el miliciano y expolicía Orlando de Curicia, quienes habrían mandado matar a la concejala.
La concejala asesinada trabajó intensamente contra estos grupos y contra los abusos cometidos por la policía en las favelas, y se posicionó contra la intervención militar decretada en Río de Janeiro por el Gobierno.
Franco pertenecía al izquierdista Partido Socialismo y Libertad (PSOL) y su trabajo destacó por su defensa de los derechos de las mujeres, de la población negra, del colectivo LGBT (lesbianas, gais, bisexuales y transgénero) y de los habitantes más pobres de los suburbios de Río.
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Su asesinato causó una fuerte conmoción en Brasil y todos los estamentos políticos, incluyendo el presidente Michel Temer, pidieron una rápida y rigurosa investigación para encontrar a los culpables.
Esta noche el barrio de Estácio de Río de Janeiro, donde ocurrió el crimen, acogerá una escenificación de los hechos que se espera que acabe de despejar las últimas incógnitas.
