Ese día, pero de 1862, las tropas del general Ignacio Zaragoza derrotaron a las hasta entonces invencibles huestes del emperador Napoleón III. Junto al Grito de Dolores o Día de Muertos, la victoria en la Batalla de Puebla supone uno de los principales festejos nacionales mexicanos. Hoy en día, el Cinco de Mayo se celebra en las principales ciudades del país de manera cívica con carnavales, conciertos de mariachis, fajitas, guacamole y todo tipo de adornos tradicionales de la cultura mexicana.
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Año tras año, esta tradición ha penetrado en la cultura popular estadounidense, hasta el punto de convertirse en uno de los principales festejos del país norteamericano. Incluso los presidentes George W. Bush y Barack Obama llegaron a participar en las actividades de esta festividad.
Cuenta la leyenda que tan solo cinco años después del triunfo, un grupo de mexicanos celebró esa fecha en Texas, lugar de nacimiento de Ignacio Zaragoza, antes de que el estado fuese anexado a EEUU. Los primeros festejos con cantos y poesías eran en honor a la increíble hazaña del general mexicano.
Ya para 1930, el Consulado mexicano en Los Ángeles creó una organización para canalizar los festejos hasta entonces atomizados en un día de festividad por todo EEUU. Año tras año, la diplomacia mexicana garantizaba y oficializaba los eventos conmemorativos de los mexicanoamericanos y los nuevos migrantes que llegaban a esas tierras. Fue así como, con el paso de los años, esta fiesta pasó a formar parte del patrimonio de la sociedad estadounidense, sobre todo en los estados del sur, donde la comunidad mexicana juega un importante papel cultural.