"Existe solo una forma de resolver este problema: al implementar sus planes de defensa antimisil, EEUU debe guiarse, en actos y no en palabras, por el principio de la inadmisibilidad del reforzamiento de su propia seguridad en detrimento de la de otros Estados", dijo la Cancillería rusa en un análisis del informe anual del Departamento de Estado norteamericano sobre el cumplimiento de los acuerdos en materia de control de armas, no proliferación y desarme.
Varios grupos de la oposición y ONG relacionadas responsabilizaron a principios de abril al Gobierno de Siria de un supuesto ataque químico contra la ciudad de Duma, en Guta Oriental.
No te lo pierdas: El juego de los misiles de Donald Trump
A solicitud de Damasco y Moscú —que han desmentido el presunto ataque químico al calificarlo de un montaje— la Secretaría Técnica de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) decidió enviar un grupo de expertos para realizar una pesquisa in situ.
En abril de 2017, EEUU bombardeó con misiles la base de las fuerzas gubernamentales sirias en Shairat, provincia de Homs (centro), después de que la oposición siria informara de 80 muertos y 200 heridos tras un presunto ataque con armas químicas en la ciudad de Jan Sheijun de la provincia de Idlib (noroeste).