Según Global Times, el consorcio chino Alibaba invirtió en cinco empresas chinas para desarrollar los chips, proceso que requiere grandes conocimientos y gastos.
Hace dos años, el presidente chino, Xi Jinping, señaló que, para garantizar la seguridad económica y nacional del país, es necesario pasar lo antes posible de la importación de productos de tecnología a su producción.
Ahora, muchos medios chinos califican las palabras de Xi Jinping de proféticas, puesto que la situación de la empresa ZTE demuestra la vulnerabilidad de China y su dependencia de proveedores extranjeros. EEUU impuso sanciones contra ZTE y prohibió a las compañías estadounidenses que suministraran componentes al gigante tecnológico chino durante siete años.
La inteligencia artificial china está a punto de noquear a la estadounidense https://t.co/Xxcrz5WoMn
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 24 de febrero de 2018
En las condiciones de una creciente guerra comercial y de sanciones, las empresas chinas aseguran poder adelantar a los países occidentales en la producción de chips y microcircuitos. Teóricamente, no hay barreras para lograrlo, pero se requiere dinero y tiempo.
Por lo tanto, la cuestión no es si Pekín será capaz de ganar la carrera de la inteligencia artificial, sino cuánto tardará en hacerlo, comentó a Sputnik Chen Fengying, científico del Instituto de economía mundial de la Academia de relaciones internacionales modernas.
"Solo puedo decir que, si China usa solo sus propios recursos, no será capaz de convertirse en una potencia tecnológica pronto. En el mundo moderno, en el contexto de la globalización, es muy difícil para un país utilizar exclusivamente su propia fuerza en su desarrollo. Todos los países intentan aprovechar al máximo los recursos internacionales", señaló.
El experto observó que EEUU tampoco es una excepción en este caso: el país obtuvo una gran ventaja al aprovecharse del capital humano internacional.
Según Chen Fengying, iPhone y Boeing son productos de cooperación de técnicos de distintos países.
"Por lo tanto, creo que China no debe crear innovaciones de manera aislada del mundo exterior", concluyó.
Estados Unidos podría complicar la implementación del programa chino. Pero de esta manera, tampoco sería capaz de seguir siendo líder tecnológico, puesto que las cadenas de suministro son globales.
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Muchos analistas señalan que, al estrangular a ZTE, EEUU hace daño a sus empresas nacionales que han utilizado ampliamente productos chinos. Si China se cierra y reduce drásticamente las importaciones de semiconductores estadounidenses, la economía estadounidense perderá cientos de miles de millones de dólares.
