"Los problemas de derechos humanos más significativos [en Cuba] incluyeron torturas de [personas] percibidas como oponentes políticos, condiciones de prisión duras y potencialmente letales, detenciones por razones políticas y a veces violentas [y] completa ausencia de independencia judicial", dice el capítulo sobre Cuba del Informe por Países sobre Derechos Humanos 2017.
Estados Unidos, que mantiene sobre Cuba un estricto bloqueo económico desde hace más de 60 años, asegura también que La Habana prohíbe la importación de materiales informativos, controla todo tipo de medios, restringe el acceso a internet y la libertad académica.
El Departamento de Estado de EEUU define en su informe a Cuba como un "estado autoritario".
Las relaciones entre los dos países mejoraron a partir de 2014, cuando el entonces presidente Barack Obama inició un proceso de normalización diplomática con La Habana, que tuvo como hitos la reapertura recíproca de embajadas en 2015 y la propia visita a Cuba del mandatario estadounidense.
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Pero el actual presidente Donald Trump dispuso poner fin a esa política impulsada por Obama y adoptó varias medidas para restringir los intercambios turísticos, comerciales y culturales y para limitar la presencia de personal diplomático de los dos países.