Tanto los diplomáticos estadounidenses ante la ONU como el mismo presidente Donald Trump advirtieron sobre la inminente represalia de Washington al presunto uso de armas químicas en la ciudad siria de Duma, del cual "no tienen pruebas concretas de quién lo provocó", indicó Albani.
"Hay que tener en cuenta que en los últimos años el Ejército sirio junto a Rusia y otros actores están a punto de liberar regiones controladas por grupos terroristas donde ocurren hechos similares a los de hace pocos días. EEUU toma esas situaciones como argumentos para poder desatar una invasión", indicó el experto.
Asimismo, Albani señaló en referencia al ataque contra la base aérea siria T4 que "mientras que EEUU denuncia al Gobierno sirio "por un ataque que no se sabe quién realizó, permite que un país como Israel bombardee Siria, violando no solo su espacio aéreo sino también el del Líbano, causando muchas muertes".
Según el Ministerio de Defensa de Rusia, el ataque a la base fue efectuado por dos aviones de combate israelíes F-15. Washington y París se negaron a reivindicar la autoría de este bombardeo, mientras Tel Aviv rechazó comentar el incidente.
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Si bien Donald Trump mencionó en varias ocasiones su anhelo de replegar las fuerzas en Siria, sus actuales intenciones van en el sentido contrario. A criterio del experto consultado por Sputnik "el poder profundo de EEUU no tiene interés de retirarse de Siria por razones estratégicas y de recursos naturales".
"Si dijo que quería retirarse de Siria y ahora suspende un viaje a la Cumbre de las Américas para decidir si bombardea o no a gran escala —porque la aviación de EEUU está bombardeando Siria hace varios años— también demuestra un poco cómo hay tensión en el Gobierno de Donald Trump", ya que tienen distintas visiones de lo que sucede, comentó.
Gracias a la "intervención de Rusia, junto al Ejército sirio, Irán y el Hizbulá libanés", se ha dado "un golpe muy grande a los grupos terroristas". Sin embargo, éstos siguen teniendo capacidad de "generar atentados y mantener a la población secuestrada" debido a la financiación de agentes externos, como "Arabia Saudí, las monarquías del Golfo, Turquía y el propio EEUU".
"[A EEUU] no le desagrada que Siria se mantenga en una situación de caos, de desgobierno y enfrentamiento interno porque en esos escenarios —sobre todo de la invasión a Irak hasta ahora— EEUU se ha sabido mover bastante bien", consideró.
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Por otra parte, Albani subrayó que el doble rasero entre el discurso público de Trump y las reales acciones, en este caso sobre Siria, "es una forma de hacer política que tienen todas las administraciones estadounidenses" al menos en los últimos 100 años.
"Un ejemplo claro son los dos Gobiernos de Barack Obama, premio Nobel de la Paz 2009, y responsable de la destrucción de un país como Libia; de generar un caos muy grande en Medio Oriente; de apoyar invasiones y bombardeos en África. Pero hoy es recordado como el gran presidente que tuvo EEUU", aseveró.
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Pero más allá de toda esta situación "no sorprende que hoy Donald Trump ordene un bombardeo a gran escala contra Siria" a la luz, por ejemplo, de los episodios bélicos de los "dos mandatos de George W. Bush" (2000-2004 y 2004-2008) y otros factores internacionales.
"La clase dirigente de EEUU, sean republicanos o demócratas, tienen en claro que son la principal potencia militar del mundo y cuentan con una impunidad con la que solo puede contar un imperio (…). Tiene que ver con una política estructural de EEUU al resto del mundo, de una invasión permanente", concluyó.
