"Se suma a la de por sí desesperada situación humanitaria. La población civil en Siria ha sufrido más que suficiente", declaró el portavoz del ente, Andrej Maheci.
La ACNUR estima en más de 133.000 el número de las personas que huyeron de Guta Oriental, a las afueras de la capital siria, en las últimas cuatro semanas.
El portavoz de ACNUR denunció que los albergues saturados y la escasez de instalaciones sanitarias plantean serios riesgos para la salud.
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Entre otras preocupaciones generalizadas mencionó la falta de documentos civiles, las restricciones a la libertad de movimiento, la separación familiar y los riesgos de violencia sexual y de género.
La mayoría están esparcidos por Tel Rifaat, Nubol, Zahraa y las aldeas circundantes del noroeste de Alepo, viviendo en refugios improvisados, edificios dañados o sin acabar, mezquitas, depósitos y bajo el cielo raso. Unas 3.500 personas están alojadas en un campamento de tiendas de campaña en Fafin, al norte de Alepo.