"Según los datos de la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios, la situación en Al Raqa es catastrófica; en la capital de la provincia, adonde regresaron unas 95.000 personas, está destruida casi totalmente la infraestructura", dijo.
Además, Rudskói denunció que Al Raqa sufre problemas graves con el abastecimiento de agua.
"A menudo la toman directamente del Éufrates, lo que aumenta el riesgo de difusión de infecciones y epidemias", dijo.
La población siria empieza a rebelarse contra los radicales controlados por EEUU que se encuentran en un suburbio de Al Raqa, informó el jefe de la Dirección de Operaciones del Estado Mayor General ruso.
"El mando de las Fuerzas Democráticas Sirias y las autoridades locales, nombradas por los estadounidenses, no cumplen la tarea de resolver el grave problema humanitario. La población autóctona árabe es víctima de represalias y extorsiones, los obligan a movilizarse. Esto origina un gran descontento entre los habitantes", dijo.
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Rudskói, señaló que el 25 de marzo en la localidad de Al Mansor, que se encuentra a 25 kilómetros al sureste de Al Raqa, la población autóctona árabe empezó una rebelión contra la injusticia de las formaciones rebeldes, controladas por EEUU.
A finales de febrero el Ministerio de Defensa ruso denunció que los habitantes de Al Raqa viven una "catástrofe humanitaria que sus 'libertadores' de la coalición internacional liderada por EEUU se empeñan en pasar por alto".