"Hoy hemos sido testigos de una grave provocación más por parte de las autoridades británicas", comentó el representante la situación en el aeropuerto londinense de Heathrow.
El representante dijo que ese tipo de cosas sucede rara vez y es un caso extraordinario.
"Por supuesto, analizaremos minuciosamente lo sucedido, de momento no tenemos ninguna otra explicación salvo que lo que pasó en Heathrow de alguna manera está relacionado con la política hostil que el Gobierno del Reino Unido está llevando a cabo contra Rusia", apuntó.
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Los servicios de control británicos intentaron registrar un avión de la aerolínea rusa Aeroflot sin presencia de los tripulantes, declaró el representante.
"Los británicos intentaron registrar el avión sin presencia de la tripulación, lo que está prohibido conforme a las reglas vigentes", dijo el representante.
"Al finalizar el registro los ingleses se negaron a presentar unos la causa de esa acción, su base legal y los resultados", compartió.
La Embajada de Rusia en el Reino Unido dirigió una nota al Ministerio de Exteriores británico para que explique la causa del registro del avión.
"La Embajada envió una nota para exigir a las autoridades británicas que aclaren la situación", dijo el representante.
Señaló que "nuestros intentos de contactar rápidamente con la Cancillería del Reino Unido para averiguar los motivos de la actuación incorrecta de los empleados británicos no produjeron resultados".
La Cancillería rusa reaccionó ante esas acciones calificándolas de "otra provocación por parte de las autoridades británicas".
El pasado 14 de marzo la primera ministra del Reino Unido, Theresa May, responsabilizó a Rusia del envenenamiento del ex agente doble Serguéi Skripal y su hija Yulia en la ciudad británica de Salisbury.
Como medida de castigo ordenó la expulsión de 23 diplomáticos rusos, a los que acusa de ser agentes de inteligencia encubiertos, la cancelación de todos los contactos de alto nivel entre ambos países, y declaró que Londres reforzará el control de aviones privados y cargamentos rusos, así como en las aduanas.
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Rusia tachó de infundadas las acusaciones del Gobierno británico y respondió de manera simétrica, al expulsar a 23 empleados de la Embajada británica y cerrar el Consulado británico en San Petersburgo y de la oficina del British Council en Moscú.
