"El día de hoy la empresa observa un orificio adicional, ubicado a cerca de 60 centímetros de distancia, que hace parte del mismo sistema de afloramiento, el cual ya está controlado y continúa en el proceso de disminución de la presión", señaló la estatal Ecopetrol en un comunicado.
Tras confirmar el nuevo orificio, Ecopetrol señaló que pese a la situación "el nivel de los fluidos contenidos en el lugar sigue disminuyendo".
Asimismo, aseguró que desde el 15 de marzo los técnicos de la compañía lograron contener el fluido de crudo y lodo hacia las quebradas La Lizama y Caño Muerto, por lo que desde esa fecha no se presentan vertimientos a esos afluentes.
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La compañía sostiene que contuvo la emergencia tras aplicar un plan de contingencia, y que en las próximas horas llegará a Colombia un equipo especializado con el que se espera controlar la presión en el pozo y realizar el taponamiento definitivo.
Para sellar de modo permanente el pozo, funcionarios de Ecopetrol deberán reducir la presión en él y detener el flujo desde su cabeza, para lo cual buscarán ahogarlo a más de 1.200 metros de profundidad con la perforación de un pozo de alivio que intercepte el pozo original mediante dos máquinas provenientes de Estados Unidos.
Según Ecopetrol, el pozo, denominado Lizama 158, permanecía sellado desde hace años, por lo que es la primera vez que en el país ocurre un afloramiento de este tipo.