Para el representante del Kremlin, "se trata de una desfachatez nunca vista (…), al país se le incrimina algo que no pueden y ni siquiera intentan formular".
"No incumbe a nosotros, nuestro asunto es hacer frente a esa provocación", afirmó.
A diferencia de Londres, añadió, el líder ruso "mantiene calma absoluta, reserva absoluta".
"Mantiene una discreción absoluta a diferencia de la otra parte. Putin formuló de entrada nuestra postura diciendo que nos ocupamos de asuntos internos, y que (los británicos) deben aclarar primero el incidente que tuvo lugar en su territorio", dijo.
El portavoz del Kremlin agregó no es un asunto prioritario para Putin.
"No es una prioridad para él, la prioridad para él son los problemas internos que tenemos y los que se dedica todos los días, las veinticuatro horas al días", apuntó.
La primera ministra británica, Theresa May, responsabilizó a Moscú de lo ocurrido y anunció la expulsión de 23 diplomáticos rusos y la cancelación de todos los contactos de alto nivel entre ambos países como represalia.
Lea más: Putin marca la 'línea roja' de Rusia que nadie puede cruzar
Moscú, que rechaza todas las acusaciones, también exigió la salida de 23 empleados de la Embajada británica, además de anunciar el cierre del consulado británico en San Petersburgo y de la oficina del British Council en Moscú.