El nuevo combustible se puede usar en vehículos comunes y corrientes permitiendo a su motor funcionar en un modo más respetuoso con el medio ambiente. Es una mezcla de 20-40% del alcohol etílico derivado de vegetal y del petróleo y sus productos baratos.
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Según el científico, en algunos países ya se usa una mezcla de alcohol etílico con hidrocarburos para reabastecer los vehículos convencionales.
"En Brasil, la 'gasolina regular' en las estaciones de servicio locales contiene un 27% del alcohol. El combustible con etanol recibe apoyo estatal en Tailandia, se está desarrollando activamente en Estados Unidos", dijo Ershov.
En Brasil, para la producción de bioetanol se usa la caña de azúcar barata; en EEUU, maíz. En Rusia es posible procesar residuos de trigo de forraje o madera baratos para este propósito.
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"Ahora al Estado no le importa: un 40% de alcohol en la gasolina o en el agua. El bioetanol y el vodka son gravados por igual. Por lo tanto, económicamente los biocombustibles tienen poco interés", afirma.
En algunos países, incluidos Kazajistán, Bielorrusia y Ucrania, la situación es diferente, y este combustible se produce y se usa. Las mezclas de bioetanol son particularmente populares en Ucrania, donde el combustible es mucho más caro que en Rusia.
Asimismo, de acuerdo con Abláyev, el bioetanol es bueno porque ayuda a frenar el apetito de las compañías petroleras. Ahora, la tasa de impuestos especiales en Rusia por los productos alcohólicos fuertes es de 523 rublos —10 dólares— por cada litro de alcohol etílico anhidro.
