Los científicos descubrieron que las buenas relaciones con nuestros seres queridos es lo que nos mantiene felices y saludables. Las personas que están más conectadas con su familia, amigos y su comunidad son más felices, físicamente más saludables y viven más tiempo que las personas que carecen de estas conexiones. La calidad de las relaciones y no su cantidad es lo que importa.
Por su parte, el profesor de la Facultad de Psicología de Harvard Tal Ben-Shahar, experto en psicología positiva, afirma que la alegría se puede aprender del mismo modo como cualquier deporte: practicándola.
Su lema es "no tienes que ser perfecto para llevar una vida más llena y más feliz". Lo crucial es aceptar la vida tal y como es, lo que, a su vez, libera del miedo al fracaso y de unas expectativas que no se puedan cumplir.
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También da seis consejos prácticos para "practicar la alegría" y sentirse feliz en la vida cotidiana:
- Perdonarte tus propios fracasos. Se trata del derecho a ser humano y cometer errores.
- Agradecer lo bueno que te pasa. No se puede dar nada por sentado. Nadie nos debe nada, y las buenas cosas que tenemos no van a estar allí siempre.
- Hacer deporte, o por lo menos pasear. No hace falta torturarte con tres horas en un gimnasio. Basta con practicar un ejercicio suave o caminar rápidamente durante 30 minutos al día para que el cerebro desprenda endorfina, la hormona de la felicidad.
- Enfocarte en lo más importante, sin complicarte. Quien mucho abarca, poco aprieta. Y si se trata del ocio, lo mejor es apagar el teléfono y pasar el tiempo con la familia o amigos sin dividir tu atención.
- Meditar. Ayuda a combatir el estrés y afrontar las dificultades de la vida con mayor tranquilidad.
- Practicar la resiliencia. Es un concepto que se ha hecho muy popular con la crisis, y que proviene de la Física y de la Ingeniería. Originalmente describía la capacidad de un material para recobrar su forma original después de ser deformado. Para las personas, la resiliencia indica la capacidad para enfrentarse a circunstancias adversas y recuperarse saliendo fortalecido.