La intoxicación del agente doble ruso Serguéi Skripal ha llegado hasta el deporte después de que el ministro de Exteriores británico, Boris Johnson, amagase con boicotear el evento deportivo y que, más tarde, lo hiciese la primera ministra británica, Theresa May. La posibilidad de que Inglaterra se marque un Brexit en el Mundial para castigar a Rusia por su presunta involucración en el caso Skripal está sobre la mesa.
A los hinchas del país se les privará de la fiesta del fútbol y a sus futbolistas de optar al trofeo más importante de su carrera. Si se niegan a participar, estarán infringiendo la norma de la FIFA según la cual "las federaciones miembro participantes tendrán la obligación de disputar todos los partidos de la Copa Mundial de la FIFA hasta su eliminación".
La estela de Dinamarca
¿Pero qué pasará si finalmente se va? A esta respuesta ya ha respondido la FIFA. En el séptimo punto de las disposiciones generales del reglamento del Mundial de fútbol de 2018:
"Si una federación participante se retirara o fuera expulsada de la competición, la Comisión Organizadora de la FIFA decidirá de manera discrecional y sin consultar con ningún otro órgano las medidas que se deban adoptar. Una de estas medidas podrá ser el reemplazo de dicha federación por otra".
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En otras palabras, la FIFA podría escoger a otro país para que ocupe el lugar de Inglaterra. Aunque siempre queda la opción de formar el grupo G con tres selecciones —Bélgica, Panamá y Túnez—. Por precedentes no quedará la cosa. En el Mundial de 1950 de Brasil se negaron a participar la India y Francia. Aludieron los enormes gastos de irse hasta Brasil. La FIFA dejó el grupo incompleto. Pero en aquel momento la organización tenía poco margen de maniobra para poner a otros países en su lugar y a eso se añadía lo difícil que resultaba, en aquellos tiempos, contactar con otros posibles candidatos.
Su sitio lo ocupó Dinamarca. Los escandinavos habían quedado segundos en la selección de grupos junto con los países de los Balcanes y por eso tenía derecho a hacerlo.
Todas las opciones posibles
Lo ocurrido en 1992 demuestra que ninguna selección dejará escapar la oportunidad de participar en un torneo de tales dimensiones si se lo ponen en bandeja de plata a tres meses o a incluso a diez días de su inicio. Así la cuestión está en quién puede escoger la FIFA.
Primera opción: Eslovaquia
La selección eslovaca acabó en el mismo grupo que la inglesa y por detrás de esta, por lo que tiene derecho a ocupar su puesto.
Segunda opción: Chile
Tercera opción: Italia
Resulta todavía difícil creer que los italianos quedaron descalificados del Mundial. Pero el boicot de Reino Unido podría arreglarlo. Forma parte de la confederación europea, por lo que sus posibilidades son altas.
Cuarta opción: minitorneos
Los equipos que más cerca estuvieron de acabar en el Mundial de entre las selecciones europeas fueron cuatro: Italia, Irlanda, Irlanda del Norte y Grecia. ¿Por qué no organizar un minitorneo para que se eliminen entre ellos? Si las autoridades de Irlanda del Norte prohíben a su selección participar, siempre puede hacerlo Eslovaquia.
¿Y qué pasa con los aliados de Su Majestad?
Sin embargo, a la FIFA le podría no gustar que los norteamericanos representen a otro continente. De ser el caso, podría ser el momento de Siria, que también jugó contra Inglaterra —igual que los hondureños— para clasificarse en el Mundial.
Polonia, Montenegro, Gales y los Países Bajos
Para Polonia todo es más complicado. Lo más fácil sería que la FIFA invitase a Montenegro, aunque la FIFA podría guiarse, simplemente, por el nivel en la clasificación que Polonia, Montenegro, Gales y los Países Bajos ocuparon y, finalmente, escoger, de entre estos, al menos débil. La opción de Gales resulta alto improbable, en cualquier caso, porque el Gobierno británico les podría prohibir participar.
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En cualquier caso, la redistribución en el Mundial parece complicada. Y ello sin mencionar que los fans de Inglaterra, Polonia, Japón y Australia se opondrán a las decisiones de los líderes de sus países. Muchos hinchas deberán devolver sus boletos —algo que, por otra parte, se puede hacer a través de la plataforma oficial de la FIFA—. Es poco probable que estén encantados con el boicot.
