Lea más: Xi Jinping: eterno, inmortal, todopoderoso
En aquel momento, Xi Jinping aseguró que su meta era convertir a China en un líder global en cuanto a fortaleza nacional e influencia internacional para el año 2050, y este domingo concretó su presencia de acompañamiento a este proceso para que todo salga según lo previsto. Así, el presidente chino comenzó su 'after hour' que a Occidente le cae espeso.
El Dr. Armando Fernández Steinko confirma a Radio Sputnik el espanto que este hecho ha causado en ciertas latitudes: "desde el punto de vista occidental este acontecimiento ha despertado mucha animadversión porque viene a reforzar la idea de que China no es un país democrático porque su máximo líder puede prolongar indefinidamente su mandato. Esto ha despertado una gran ofensiva anti-china en Occidente".
El analista incide en que "hace poco se ha publicado un artículo de cabecera en The Economist que encierra un mensaje muy duro contra China siguiendo el principio de que 'nos hemos confundido con China, les hemos dejado crecer y convertirse en un gigante económico, y ahora resulta que este gigante económico políticamente no obedece en absoluto a los parámetros occidentales'".
En este sentido, el profesor explica que "lo que está pasando en China es que esto no concuerda con la teoría según la cual China evolucionaría hacia un modelo político de tipo occidental, y eso está generando bastantes comentarios".
"A mí me parece que también (los deseos de Occidente de que China cumpliera con sus parámetros políticos) se puede utilizar ahora para presionar más, o darle una vuelta de rosca más, a la presión sobre China como gran potencia autónoma con respecto a los intereses occidentales, y utilizar esto para arremeter contra China", concluye el Dr. Armando Fernández Steinko.