"Durante la tregua de Año Nuevo o de Navidad, disminuyó considerablemente la cifra de infracciones del cese del fuego, pero en febrero su número volvió a aumentar, por lo que el Grupo de Contacto considera necesario anunciar a partir del 5 de marzo un armisticio primaveral", dijo Grizlov.
"La delegación rusa propuso a la OSCE fijar con mayor precisión qué bando se realiza la infracción", señaló Grizlov.
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El representante de Rusia instó además a controlar el cumplimiento las órdenes que penalizan a los infractores del cese del fuego en ambos bandos.
"Nos hemos dirigido a Ucrania para que no creen barreras artificiales al respecto", subrayó el funcionario.
A finales de diciembre del año pasado tuvo lugar el primer intercambio de prisioneros en 15 meses, pero tanto Kiev como Donbás afirman que existen varias decenas de personas que todavía se encuentran en cautiverio y necesitan ser canjeadas.
Según Grizlov, los esfuerzos del Grupo de Contacto, mientras no se lance el proceso político en Donbás, "están condenados al mismo círculo vicioso".
Desde abril de 2014 Ucrania lleva a cabo una operación contra las milicias en el este de su territorio donde se proclamaron las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk en respuesta al violento cambio de Gobierno ocurrido en Kiev en febrero del mismo año.
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Los acuerdos de Minsk, suscritos en septiembre de 2014 y en febrero de 2015, sentaron las bases para una solución política del conflicto pero no han derivado hasta ahora en el cese de la violencia cuyo resultado la ONU estima en más de 10.300 muertos.