"La Cámara Federal está en condiciones de definir sobre la muerte de Nisman", anunciaron fuentes judiciales consultadas por Sputnik.
El tribunal de segunda instancia recibió a la querella que representa a la madre del fiscal, Sara Garfunkel, y a los abogados de los procesados en la causa: el informático Diego Lagomarsino, que le prestó a Nisman el arma con la que perdió la vida, y los expolicías encargados de la protección de Nisman.
A pesar de que Lagomarsino no apeló su procesamiento, la Cámara Federal tendrá que pronunciarse sobre los motivos que alegó Garfunkel para que la muerte de su hijo sea considerada un "magnicidio".
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La madre del fiscal propuso que se indague de nuevo al informático y que agrave su procesamiento bajo otra figura.
Como parte de la querella, la madre del fiscal también reclamó que se investigue la responsabilidad que puede recaer sobre la exmandataria, sobre los "grupos de choque" afines a su Gobierno y sobre quien era entonces jefe del Ejército, Cesar Milani, entre otros cuadros de inteligencia.
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Garfunkel también pidió ampliar la investigación sobre el juez federal Daniel Rafecas, que desestimó en 2016 la denuncia que formuló Nisman por el Memorándum con Irán contra la expresidenta.
El fiscal fue hallado muerto de un tiro en la sien detrás de la puerta cerrada de su baño el 18 de enero de 2015, un día antes de sustentar su denuncia ante el Congreso.
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Contexto
El juez Julián Ercolini, que procesó al informático y a los escoltas por la muerte de Nisman, sostuvo que su fallecimiento se trató de un homicidio al dar por cierto un peritaje de Gendarmería que concluyó que el fiscal fue drogado con ketamina antes de ser asesinado, aunque no queda claro cómo entró la droga al cuerpo del fiscal.
Una autopsia realizada en 2015 por los 13 miembros del Cuerpo Médico Forense, bajo la órbita de la Corte Suprema de Justicia, no observó indicios de la participación de una segunda o tercera persona en la muerte del fiscal.
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