Así opinó en declaraciones a Sputnik el activista de paz y fundador de la ONG Show Up! America, Jan Weinberg.
Numerosos habitantes de la isla Terceira, donde se ubica la base, sufren enfermedades letales, especialmente el cáncer, con una incidencia mucho más alta que en las demás ocho islas del archipiélago, según se desprende de un reportaje publicado antes por la agencia de noticias Ruplty, filial de la televisión rusa RT.
Según Weinberg, la investigación realizada por Ruptly justifica que la UE y Portugal obliguen a EEUU a examinar el tema y publicar los resultados.
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"Vamos a esperar que los reportajes como este sobre los problemas de contaminación de la base aérea Lajes acaparen la muy necesaria atención del gobierno portugués y de la Unión Europea y hagan que EEUU se ocupe de unas evaluaciones medioambientales transparentes y las labores de restitución", dijo el activista.
Sugirió que también la Comisión Europea y la Eurocámara investiguen el asunto.
"Es hora de poner en claro el impacto medioambiental y el muy a menudo negligente uso por los militares de EEUU del suelo soberano de otras naciones", afirmó Weinberg.
Weinberg constató en declaraciones a Sputnik que el problema general de materiales peligrosos de las bases aéreas nunca fue investigado de profundidad por los medios estadounidenses: "Los medios principales no se dedican a asuntos de este tipo", dijo.
En diciembre de 2017, una comisión bilateral de EEUU y Portugal discutió la necesidad de proteger el ambiente de Terceira y la salud de sus habitantes y prometió que los dos países no dejarán de seguir el tema, mencionó Weinberg.
"La Coalición contra las bases militares de EEUU en el extranjero examinará el asunto de la contaminación en las bases militares estadounidenses junto con una larga lista de otras preocupaciones por la gestión general inadecuada de las bases militares", adelantó.
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La creciente incidencia de otras enfermedades graves entre la población de la isla portuguesa, como la demencia, la esterilidad o las patologías cardíacas, puede estar relacionada con una concentración excesiva de metales pesados y otros contaminantes, alertan científicos.
"La situación que afrontan los habitantes de Terceira es típica para muchas otras zonas gravemente contaminadas asociadas con las actividades del Pentágono", afirmó la doctora.
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