El texto examina los métodos y las tecnologías de injerencia en procesos políticos internos que aplicó EEUU en las campañas presidenciales de Rusia de 1996 a 2018.
"Es decir, continuará la injerencia política de los agentes de influencia de EEUU en las elecciones presidenciales de Rusia, al menos a través del Congreso, sus organizaciones públicas afiliadas, recursos informáticos y a través de las instituciones de los partidos", dice.
Más aquí: La historia de siempre: EEUU vuelve a acusar a Rusia de injerencia sin pruebas
Manoilo, también profesor de la Universidad Lomonósov, señala que las tentativas de organizar en Rusia una 'revolución de colores', en particular, en vísperas de los comicios presidenciales de 2012, fracasaron haciendo comprender a EEUU que las tecnologías de 'exportación de revoluciones' no son aplicables a Rusia.
Oportunidad histórica
La campaña presidencial actual representa para los estadounidenses "otra oportunidad histórica" por lo que están aumentando su presión sobre Rusia, estima Manoilo.
"La nueva Administración en Washington no pierde la esperanza de modificar la política exterior de Rusia y debilitar sus posiciones a consecuencia de los resultados de las elecciones de marzo de 2018", recalca.
Ahora EEUU intenta desplegar nuevos métodos de injerencia, explica el experto.
El primero consiste en influir sobre las élites políticas rusas para dividirlas, en particular, mediante las 'listas de sanciones".
Lea más: EEUU no descarta nuevas sanciones a individuos rusos
El 'informe del Kremlin', publicado el pasado 30 de enero, es un ejemplo de esta política.
La segunda táctica, prosigue, es de minar los logros importantes, como se hace en el ámbito del deporte con las denuncias de dopaje.
Para afectar la imagen del presidente Vladímir Putin que goza de una gran popularidad entre los rusos, se suele recurrir a métodos indirectos, como campañas informativas contra el entorno del mandatario.
"Ese tipo de ataques informativos se podrían reforzar y hacerse menos fidedignos a medida que se está acercando la votación", escribe.
Todas estas tareas, concluye el informe, se realizarán a través de organizaciones no gubernamentales y medios que financia el Congreso de EEUU.
