"La agresión de América (del Norte) contra Siria puede aplazar la declaración definitiva de nuestra victoria sobre los terroristas, pero no puede cambiar el hecho de que América y otros Estados occidentales están en otro e incorrecto lado de la historia", dijo en una conferencia dedicada a la situación en Oriente Próximo del Club de Debates Valdái.
El ataque fue supuestamente lanzado por las tropas progubernamentales sirias a ocho kilómetros al este de la línea acordada de prevención de conflictos, trazada en el río Éufrates en la provincia de Deir Ezzor.
El mando de la coalición comunicó que "se tomaron medidas de respuesta para rechazar el acto de agresión".
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Los medios estadounidenses informaron de un centenar de muertos por parte de las fuerzas progubernamentales sirias, pero según los datos del Ministerio de Defensa ruso solo 25 milicianos sirios sufrieron heridas.
El departamento militar ruso además comentó que el incidente ocurrió porque los milicianos sirios no coordinaron con Rusia sus acciones contra una "célula durmiente de Daesh" (grupo terrorista prohibido en Rusia) en la zona de la refinería de petróleo El Isba.
El 14 de febrero una fuente en la Cancillería rusa desmintió las informaciones sobre la muerte de centenares de rusos en Siria en un ataque de la coalición liderada por EEUU.
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Moscú había afirmado que EEUU tras la derrota de Daesh no tiene motivos "de jure ni de facto" para mantener su presencia en Siria.
