El primer ministro israelí lanza un 'ataque' punzante contra Irán

El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha lanzado un 'ataque' punzante contra Irán, afirmando en una conferencia de seguridad en Munich que es la "mayor amenaza para nuestro mundo".

"Israel no permitiría que el régimen de Irán ponga una soga de terror alrededor de nuestro cuello", destacó. Además, el primer ministro israelí pidió la abolición del acuerdo sobre el programa nuclear iraní, si este no puede evitar el proceso de enriquecimiento de Teherán.

"Las intenciones de los iraníes en Siria son claras, quieren conectar Teherán y Tartus en un Estado (…) Israel seguirá contrarrestando a Irán en su empeño por penetrar y continuar las operaciones bélicas en Siria. Haremos lo que sea necesario para impedir la creación de bases terroristas", declaró Netanyahu al intervenir con un discurso en la Conferencia de Seguridad de Múnich.   

"Tomaremos todas las medidas que sean necesarias, y no solo contra sus subsidiarios, sino también contra Irán ", advirtió.

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Las autoridades israelíes incriminan a Irán el intento de convertir a Siria en un "puesto de avanzada hostil", con decenas de miles de milicianos chiíes, así como con sus propias bases navales y aéreas. La permanente presencia militar de Irán en las zonas limítrofes y en el resto de Siria resulta inaceptable para Israel que promete recurrir a la fuerza si la diplomacia no funciona. 

Anteriormente Benjamín Netanyahu, declaró que Israel dio "varios golpes" a Irán y que su gobierno mantendrá la misma política que hasta ahora con respecto a Teherán.

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Israel dijo el 10 de febrero que derribó un avión no tripulado iraní, lo que fue desmentido por Teherán, y reconoció la pérdida de un caza F-16 que fue derribado por las baterías antiaéreas sirias. Acto seguido la aviación israelí bombardeó una docena de posiciones sirias e iraníes en distintos lugares de Siria.

Durante la intervención en Múnich, Netanyahu reafirmó la necesidad de cancelar el acuerdo internacional sobre el programa nuclear iraní, si no se consigue frenar el avance de Teherán en el desarrollo de las tecnologías de enriquecimiento de uranio.

"Hay que pararlo. Si lo conseguimos mediante el acuerdo, bien, pero si no, hay que cancelarlo y encontrar otras opciones", subrayó.

El Plan de Acción Integral Conjunto (PAIC), adoptado en julio de 2015 y en vigor desde mediados de enero de 2016, prohíbe a Teherán acumular más de 300 kilogramos de uranio enriquecido al 3,67% durante 15 años y le obliga a enviar el excedente de ese material a terceros países, en particular a Rusia.