La mujer ya ha cruzado los Andes dos veces y la cumbre que decidió escalar en esta ocasión tiene casi 7.000 metros de altura —lo que la convierte en el pico más alto fuera de Asia—.
Según Forti, "no es que tenga miedo de subir esta montaña. El problema es que debo respetar mi cuerpo. Cuando dice basta, significa basta". Elena practica deporte cada día y ha ganado numerosas competiciones a pesar de su edad.