"La fe cristiana ortodoxa es parte de nuestro pasado y de nuestra actualidad y debe conservarse como parte de nuestro futuro, si no logramos conseguirlo tendremos que pagar un precio alto", dijo tras señalar que el terrorismo ha lanzado un reto al mundo entero y en particular a las comunidades cristianas de la región.
Al recordar que su país da asilo "a los hermanos cristianos que huyen de la violencia que se sufre en Siria e Irak", el rey al mismo tiempo señaló que Jordania contribuye a que se creen condiciones para "su regreso a los hogares y a las comunidades que llevan existiendo siglos".
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