Según los testigos, el atacante —Nikolas Cruz, un exalumno de 19 años— activó la alarma de incendios con la intención de sacar a todos los estudiantes al pasillo y disparar a la multitud.
"Al regresar del almuerzo, estaba sentado en el aula y entonces escuché: ¡pum, pum, pum!", reveló Ryan Silvera, estudiante de último curso de secundaria.
El autor del tiroteo fue arrestado por los agentes de la policía.