El misterioso territorio se ubica debajo de la plataforma de hielo de la Antártida. Acaba de ser expuesto a la luz y al aire por primera vez en 120.000 años después de que un enorme iceberg se rompiera del resto de la plataforma, informa Science Alert.
De momento, un equipo liderado por científicos del British Antarctic Survey se apresura a navegar hacia esas frías aguas para explorar qué vida podría contener antes de que esta rápida transformación en el ecosistema antártico lo altere irremediablemente.
En un viaje de tres semanas, los investigadores planean recolectar animales del fondo marino, microbios, plancton, sedimentos y muestras de agua, además de documentar la evidencia de nuevos mamíferos marinos o aves que puedan haber migrado.
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"Vamos a entrar en un área donde no sabemos qué vamos a encontrar, y esto es algo emocionante", comentó la bióloga marina Katrin Linse del British Antarctic Survey.