"¡Llévenme de vuelta a Ucrania! Quiero que me juzguen en Ucrania!", dijo en una rueda de prensa.
Las autoridades ucranianas devolvieron el 12 de febrero a Saakashvili al territorio polaco de donde había entrado en Ucrania de forma ilegal en septiembre de 2017.
Saakashvili, un georgiano que gobernó su país entre 2004 y 2013, fue nombrado gobernador de la provincia ucraniana de Odesa en mayo de 2015, año y medio después renunció a su cargo porque, según argumentó, las autoridades ucranianas no hacían lo suficiente para combatir la corrupción.
El otrora aliado del presidente ucraniano, Petró Poroshenko, se convirtió en su férreo enemigo y llegó a acusarle de apoyar la corrupción en el país.
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En los últimos meses el político organizó numerosas manifestaciones exigiendo la dimisión de Poroshenko y el Gobierno.
Según la Fiscalía ucraniana, las protestas de Saakashvili fueron financiadas por los seguidores del expresidente de Ucrania Víktor Yanukóvich y estaban encaminadas a generar un golpe de Estado, acusaciones que el político georgiano rechazó.
En Georgia, su país de origen, Saakashvili tiene pendiente una orden de captura por malversación de fondos públicos y represión violenta de una manifestación pacífica cuando gobernaba el país.
El Ministerio de Justicia georgiano advirtió que Saakashvili será detenido en cuanto entre en el país.
