"Las negociaciones continúan y es prematuro hablar de una conclusión positiva esta semana", señaló a Sputnik un portavoz de la organización republicana irlandesa.
El desplazamiento de la dirigente conservadora a Irlanda del Norte se ha percibido como una señal de que el acuerdo para reconstruir el autogobierno es inminente.
The Prime Minister arrives at Stormont House, Belfast, greeted by Secretary of State for Northern Ireland Karen Bradley.@Number10gov pic.twitter.com/JiO95vR7tB
— Northern Ireland Office (@NIOgov) 12 февраля 2018 г.
Varadkar, por lo pronto, suspendió una reunión prevista este lunes con el ministro principal de Gales para atender junto a May las negociaciones multipartitas de Belfast.
Su primera reunión de la jornada transcurrió bajo los auspicios de la nueva ministra del disputado territorio británico, Karen Bradley, según anunció en su cuenta de Twitter.
Secretary of State for Northern Ireland Karen Bradley welcomes the Prime Minister to Stormont House, Belfast. pic.twitter.com/3RLDXbZFin
— Northern Ireland Office (@NIOgov) 12 февраля 2018 г.
El impacto del Brexit y los mecanismos prácticos de la frontera invisible en la dividida isla que propone el Ejecutivo británico centrarán la agenda de un encuentro bilateral entre ambos jefes de Gobiernos.
Un ruinoso programa de ayudas estatales gestionado por la líder unionista, Arlene Foster, sacó a la superficie una profunda desconfianza entre los socios de gobiernos, que se materializó con la dimisión del vice ministro principal, Martin McGuinness, dos meses antes de su inesperado fallecimiento.
"No hay duda de que ha habido progreso, pero aún quedan asuntos primordiales sin resolver", advirtió su sucesora Michelle O´Neill al confirmarse su nuevo cargo como vicelíder del Sinn Féin.
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"Brexit representa una amenaza real para nuestra prosperidad, nuestra viva política, social y económica en Irlanda", alertó este fin de semana en el discurso de su investidura.
La sucesora de Gerry Adams rechaza una "frontera de cualquier tipo, dura o suave" en la isla y advierte de que "Irlanda no puede ser el daño colateral del juego político de los tories en Londres".