Por razones de dinero o capacidades de producción, ningún país es capaz de rearmar su Ejército entero con una nueva arma de la noche a la mañana, así que no son raros los casos de mantener activo el armamento desarrollado hace tiempo.
Obviando por un momento al 'inmortal' Kalashnikov soviéticos, ¿de qué armas se trataría?
Lanzagranadas RPG-7
El inmediatamente reconocible RPG-7 entró en servicio en 1961, y hasta hoy en día es el lanzagranadas antitanque más popular del mundo.
El Ejército ruso moderno sigue empleando los RPG-7V2, dotados con un amplio abanico de municiones para alcanzar cualquier objetivo terrestre.
El diseño resultó tan exitoso que hasta en EEUU se fabrican sus copias dedicadas a los aliados de Washington 'acostumbrados' al armamento soviético, en vez de sus similares occidentales.
Vehículo blindado M113
El vehículo de transporte M113 entró en producción en serie en 1960, y ahora es el blindado a orugas más popular del planeta, con 85.000 unidades, escribe Kots.
"La lista de modificaciones abarca variantes para la infantería, morteros autopropulsados, versiones antitanque y antiaérea, para la ingeniería, de reparación etc.", enumera el periodista.
Lanzacohetes BM-21 Grad
Herederos de la famosa Katiusha, los sistemas de lanzacohetes Grad entraron en servicio del Ejército Rojo en 1963. Hasta hoy día mantienen la guardia en el Ejército de Rusia y en las fuerzas armadas de otros países.
Ametralladora M2 Browning
La ametralladora de calibre.50 (12,7mm), el M2 Browning es toda una veterana de las Fuerzas Armadas de EEUU. Incorporada en 1933 —hace 85 años—, sigue en servicio activo hasta hoy en día, participando en todas las guerras de Washington y sus aliados desde la Segunda Guerra Mundial.
Bombarderos estratégicos Tu-95 y B-52
Los dos pilares de la disuasión estratégica de la URSS y EEUU entraron en servicio casi simultáneamente y en muchos aspectos tienen un destino semejante.
De los Tu-95, incorporado en 1956, permanecen en servicio 60 aviones, y de su homólogo B-52, comisionado en 1955, vuelan 65 unidades.
Y ambos tampoco pretenden terminar el servicio. El Pentágono prorrogó la vida útil de sus B-52 hasta 2040, lo que coincide con los planes de la Defensa rusa para los Tu-95. Para ese momento, los dos países ya tendrán nuevo aparatos, concluye Kots.