En primer lugar, el medio destaca la necesidad de acumular grasas que ayuden a conservar la energía que se nos va tan rápidamente en el frío.
Aparte de esto, en el artículo se menciona una delicia completamente ajena a la cocina china, el 'salo' —tocino de cerdo sazonado con sal y pimienta, popular en Rusia y Ucrania—. El medio chino lo considera como un antiguo alimento eslavo que asusta a los extranjeros, pero les encanta a los rusos, sobre todo acompañado con una copa de vodka.
¿Verdad o no? Básicamente es así. La cocina rusa no se considera muy 'ligera' en comparación, por ejemplo, con la mediterránea, y es algo que se desarrolló teniendo en cuenta el frío del invierno.
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Una actividad típica invernal consiste en ir a la sauna (bania, en ruso) para protegerse de frío y, al mismo tiempo, reunirse con los amigos. Al visitar la bania, uno debe bañarse primero en el agua fría y luego pasar al espacio caliente.
Luego, se deben volver a bañar con agua helada o hasta salir al aire libre para meterse en la nieve o sumergirse en las aguas del río. "Estas prácticas fortalecen tanto el cuerpo, como el espíritu", subraya el artículo.
Otra costumbre relacionada con la bania requiere un vénik (escoba hecha a base de ramas y hojas de abedul). Dicha escoba se usa para azotar a los que están en la sauna con el fin de mejorar la circulación sanguínea.
Primero, en las grandes ciudades sí se puede ir a la sauna, pero no estan exactamente disponibles a la vuelta de cualquier esquina, siendo cosa propia de las casas de campo.
Segundo, intercambiar agua fría y caliente sí fortalece la inmunidad y la resistencia, pero es todo un desafío para un organismo poco preparado, y se requiere prudencia al practicarlo.
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"En efecto, una visita a la bania no es tan fácil como parece. Allí los amigos se reúnen, hablan de la vida y beben vodka acompañado con pescado ahumado y pepinos en vinagre", cuenta el medio.
Para concluir, el artículo ofrece unos consejos que le servirán a la hora de salir a la calle invernal. Antes de todo, hay que elegir la ropa apropiada que permita conservar el calor. La vestimenta elaborada con materiales naturales es la opción perfecta.
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Otro consejo importante es no permanecer estático en la calle, sino moverse todo el tiempo —esperando el transporte público, por ejemplo—.
También, hay que respirar tranquilamente por la nariz, ya que así el aire frío podrá calentarse y no hará daño a los pulmones y los bronquios.
Por último, según advierte el periódico chino, al regresar a casa, uno nunca debería beber té o café o darse un baño caliente enseguida, para evitar un radical cambio térmico, peligroso para el corazón. Pero esto está en contradicción con que el té caliente sea la bebida universal en Rusia.
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