Los tres partidos que forman el bloque independentista en Cataluña —Junts per Catalunya (JxCat), Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y la Candidatura d'Unitat Popular (CUP)— han mostrado sus desacuerdos respecto a la fórmula planteada este mediodía para investir a Puigdemont.
De este modo, Puigdemont no sería el presidente "legal" y "efectivo" de la Generalitat, pero sí el "legítimo", lo que dejaría abierta la puerta a la posibilidad de ocupar el cargo si regresa a Cataluña.
En paralelo, los partidos independentistas nombrarían a un candidato que pueda dirigir el Ejecutivo catalán sin impedimentos por parte del Tribunal Constitucional.
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Los medios locales han barajado los nombres del exconsejero de Presidencia Jordi Turull y la directora de campaña de JxCat, Elsa Artadi.
Sin embargo, JxCat ha rechazado ya la posibilidad de una presidencia simbólica del dirigente independentista.
"La investidura de Puigdemont pasa por la elección del presidente Puigdemont sin adjetivos de simbólico o ejecutivo", afirmaron fuentes de la formación a ElNacional.cat.
El partido de la izquierda independentista radical también advierte, según recoge ElMon.cat, de que la propuesta de un candidato alternativo conllevaría a un reinicio de las negociaciones.
La CUP rechaza además "un pleno hecho a medida por el Tribunal Constitucional" y cualquier retorno a la "normalidad autonómica".
El 30 de enero el presidente del Parlamento de Cataluña, Roger Torrent, anunció que posponía el debate de investidura de Puigdemont.
"El pleno previsto para hoy queda aplazado, pero en ningún caso desconvocado", aseguró Torrent en rueda de prensa.
El presidente catalán cesado cuenta con el aval de todos los partidos independentistas y fue el cabeza de lista de JxCat, la fuerza independentista más votada en las pasadas elecciones.