"Es de sentido común que se apliquen las mismas normas a todos los ciudadanos de forma que los que lleguen al país en la fase de transición tengan los mismos derechos", defiende Nicolas Hatton, coordinador del grupo The 3 Million, en alusión a los residentes en Reino Unido de otros Estados de la UE.
"Veo con claridad que hay una diferencia entre los que llegaron antes de nuestra salida (de la UE) y los que vendrán sabiendo que Reino Unido está marchándose", objetó la dirigente conservadora.
Bruselas, mientras tanto, se ha reafirmado en que Londres ha de respetar las normas y principios de la UE para participar en sus instituciones durante la transición Brexit, incluido el mercado único.
Crece el pesimismo entre los británicos sobre el Brexit https://t.co/BuDqCSkxFE
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 6 декабря 2017 г.
El libre movimiento de los ciudadanos de la UE es uno de los cuatro principios fundacionales del club europeo.
El meollo de la disputa se centra en el 'cut off point', el preciso momento de la ruptura, que May reivindica en marzo de 2019, cuando expira el plazo oficial de la permanencia del Reino Unido en la UE.
No se lo pierda: Abogado británico: un Brexit "solo en nombre"
Para el boque de los 27, el divorcio en términos de la ciudadanía será efectivo cuando concluya la transición del Brexit en diciembre de 2020.
"La postura de May es ridícula y va a crear un caos total en Reino Unido", alerta Hatton en declaraciones a esta agencia.
Fuentes diplomáticas consultadas por Sputnik también anticipan un absoluto desorden en la gestión del nuevo estatus de residencia que May ha ofrecido a los estimados tres millones y medio de comunitarios que residen en Reino Unido.
"Será difícil distinguir quien vino hace tiempo y quien llegó recientemente, lo cual dará pie a la discriminación en el acceso al trabajo, a una vivienda o una cuenta bancaria", protesta el director de The3Million.
Este grupo de presión insta a May a retirar esta "nueva línea roja" que, según Hutton, "es totalmente errónea".