Los usuarios del servicio premium de la aplicación que llegaron a la treintena deben pagar unos 19,99 dólares por mes, mientras que los que tienen entre 18 y 29 pagan unos 9,99 o 14,99. La empresa, según el fallo del 29 de enero emitido por un juez de apelaciones del Estado de California.
A criterio de la corte de apelaciones, imponer precios distintos viola la ley de Derechos Civiles de California, así como la ley Unruh, "todas las personas dentro de la jurisdicción del Estado son libres e iguales" y deben gozar de las mismas condiciones ante los negocios de cualquier tipo.
"No importa qué demuestre la investigación de mercado de Tinder sobre el ingreso relativo y las ganas de pagar por el servicio de los usuarios más jóvenes como un grupo comparado con las generaciones mayores, algunos individuos no se ajustarán al molde. Algunos consumidores más viejos estarán con un 'presupuesto más ajustado' y con menos ganas de pagar que algunos en el grupo más joven", indica el veredicto.
El documento concluye que la primera instancia erró en dar la razón a Tinder, pues "nada en la demanda sugiere que haya una política pública sólida que justifique el supuesto precio discriminatorio".
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— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 9 de agosto de 2017
"Consecuentemente, deslizamos a la izquierda y revertimos (el primer fallo)", concluye el juez, con un guiño de humor en referencia al comando que deben activar los usuarios de la aplicación para pasar de largo a una persona sin indicar interés.
La demanda fue presentada por Alfred Rava, un abogado con un historial en presentar recursos basados en la ley Unruh. Por ejemplo, en 2006 patrocinó un caso contra una promoción de un comercio por el Día de la Madre, pues consideraba que esta estrategia basada en el sexo del consumidor iba en contra de la norma.