"La ONU está alarmada por las denuncias sobre los tiroteos en el cantón de Afrín que provocan víctimas entre los civiles y los refugiados", dijo Haq.
Haq señaló que las autoridades kurdas impidieron a los refugiados abandonar la zona de conflicto.
"La ONU llama a todas las partes y todos aquellos que influyan sobre estas a garantizar la seguridad de los civiles y la libertad de desplazamiento y suministrar la ayuda humanitaria urgente", dijo.
Turquía lanzó el 20 de enero la operación Rama de Olivo contra los combatientes kurdos en Afrín, en la provincia noroccidental siria de Alepo.
Lea también: Siria, del conflicto armado a la guerra diplomática
Para Turquía, las YPG son una extensión del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), prohibido en el país por considerarse organización terrorista.
Damasco condenó la operación turca contra Afrín y subrayó que es parte inalienable del territorio sirio.