"Lula está sereno, pero, como toda persona que sufre una restricción indebida de sus derechos, es natural que exista un sentimiento de indignación", dijo el abogado, en declaraciones recogidas por el diario Estado de São Paulo.
El juez tomó la decisión en el marco de la investigación de supuestas irregularidades cometidas durante el Gobierno de Dilma Rousseff (2011-2016) en la compra de aviones suecos.
Lula, en su calidad de expresidente, habría maniobrado para beneficiar a ciertas empresas entre los años 2013 y 2015, según la Fiscalía.
La defensa de Lula niega rotundamente la acusación.
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El abogado de Lula dijo haberse quedado "atónito" al conocer la orden de aprehensión del pasaporte y alegó que la medida no está justificada, porque se basó en un proceso que no está bajo jurisdicción del juez que la determinó.
La defensa recurrirá la decisión porque hiere el derecho de libre movimiento del expresidente, asegurado en la Constitución y en tratados internacionales de los que Brasil es signatario, dijo Martins.
Además, recordó el abogado, el propio Tribunal Regional Federal de la 4ª Región no se opuso al viaje a Etiopía, que fue comunicado con anterioridad.
El TRF-4 condenó el miércoles a Lula a 12 años y un mes de cárcel por delitos de corrupción y blanqueo de dinero, lo que dificulta la participación del líder político en las elecciones de octubre.