Paramilitares de Colombia amenazaron de muerte a dos militantes de FARC

BOGOTÁ (Sputnik) — La banda criminal Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC, disidencia paramilitar) amenazó de muerte a dos militantes del partido político de izquierda FARC en la ciudad de Medellín en medio de una seguidilla de hostigamientos que mantiene en las últimas semanas, indicó esa organización.

"La Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC) comunica a la opinión pública que Aracely Cañaveral y Wilson López, dos de nuestros militantes del partido, fueron amenazados de muerte por las Autodefensas Gaitanistas de Colombia, como aparece firmada el panfleto con la amenaza que les envían a sus lugares de domicilio", precisó un comunicado.

De acuerdo con la denuncia, el primer hecho, que vincula a Aracely Cañaveral, se dio el pasado 10 de enero, cuando las AGC la amenazaron luego de que hospedó en un hostal que era de su propiedad a un grupo de indultados y desmovilizados de la ahora disuelta guerrilla de las FARC, quienes fueron llevados a Medellín por la estatal Oficina del Alto Comisionado de Paz, que a su vez pagó el alojamiento.

De acuerdo con la FARC, las AGC enviaron a la mujer un panfleto por medio del cual la declararon "delincuente y terrorista", por lo que desde ese momento es considerada "objetivo militar" (persona en la mira, según el DIH) por esa organización armada.

Asimismo, las AGC le advirtieron a la militante de FARC que "saben de sus pasos, rutinas y ubicación" y también amenazaron "con asesinar a quien se acerque a ella".

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El otro caso denunciado por la FARC fue el del reincorporado Wilson López, quien, según el partido, "encontró una nota en su lugar de domicilio donde se le declaraba objetivo militar por ser militante político activo de FARC".

Debido a esas amenazas, la FARC responsabilizó al Gobierno central de lo que pueda ocurrirles a sus militantes, "pues el desmonte de las estructuras paramilitares es uno de los puntos que se debieron priorizar en los Acuerdos de La Habana".

Desde la firma del Acuerdo de Paz con el Gobierno, en noviembre de 2016, un total 36 excombatientes de la antigua guerrilla han sido asesinados.