Según el medio Asian Review (AR), la diplomacia rusa canaliza correctamente las preocupaciones que hoy en día se perciben en el Sudeste Asiático, sobre todo en lo relativo a la fuerte dependencia de estos países respecto a China y EEUU.
En estas circunstancias, era evidente que Rusia trataría de ocupar el vacío, sostiene el análisis del medio. Las elecciones parlamentarias se celebrarán en Camboya en julio de 2018 y Rusia será el observador principal. Gozando del apoyo ruso y, sobre todo, de China, Hun Sen puede sentirse seguro y no temer que Occidente llegue a ejercer presión, escribe la revista rusa Expert, citando las declaraciones del primer ministro camboyano de finales del 2017. "Si EEUU quiere dejar de brindarnos su apoyo financiero… ¡que lo hagan!", dijo Hun Sen.
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En septiembre de 2017, Prak Sokhonn, ministro de Asuntos Exteriores de Camboya, declaró: "Hemos visto que Occidente está debilitándose".
Estas declaraciones que suenan desde Camboya indican que el reino ha virado su política no solo hacia China, sino también hacia Rusia, de acuerdo con el análisis de Expert. Rusia heredó de la URSS sus principales bazas, por medio de las cuales puede influir tanto en Camboya como en otros países de la región. Nom Pen quiere que Moscú elimine toda o por lo menos una parte de la deuda que Camboya tiene ante la URSS que, de hecho, asciende a 1.500 millones de dólares, escribe el periodista Serguéi Manukov en su artículo para la revista rusa Expert.
Asimismo, Asian Review informa que Moscú puede pedir que Nom Pen permita a los buques que forman parte de la flota del Pacífico de Rusia entrar en sus puertos. Los diplomáticos rusos actúan en otros países de la región. Lo hacen para restablecer la influencia perdida y ganarle la partida a Occidente y, sobre todo, a EEUU.
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La influencia de Occidente está debilitándose poco a poco no solo en Camboya, sino también en otros países de la región. Rusia atrae la atención de los Estados del Sudeste Asiático como un contrapeso real a Occidente y al gigante asiático.
De acuerdo con Asian Review, Pekín considera esta región como una zona de su influencia, pero los Estados temen caer en una excesiva dependencia del gigante asiático.
"Últimamente los países del Sudeste Asiático empezaron a dar preferencia a los equipos militares rusos, porque sus contratos con Moscú implican que ellos ofrezcan menos compromisos por su parte. Otra causa no menos importante es su deseo de crear un contrapeso a China", escribe AR.
Por su parte, Washington se muestra preocupado por la actividad de Rusia en la región.
"Ahora en la Casa Blanca quieren mejorar las relaciones de EEUU con el Gobierno militar de Tailandia, si bien esta mejora contradice su misión de proteger la democracia y los derechos humanos", enfatiza el medio.
Occidente entiende perfectamente que está perdiendo el Sudeste Asiático, pero se ha dado cuenta muy tarde, y ahora tendrá que esforzarse mucho para poder recuperar su influencia.
La región se convierte paulatinamente en el ámbito de influencia de Rusia y China. Tanto en Moscú como en Pekín entienden la importancia de su cooperación estratégica en este rincón del mundo. Por eso las autoridades de ambos países tratarán de llegar a un compromiso en el Sudeste Asiático.
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