El jefe del Estado Mayor del Ejército británico, Nicholas Carter, declaró con anterioridad que Rusia podría emprender "acciones hostiles" inesperadas, y llamó al Gobierno de Theresa May a invertir recursos en defensa para estar a la altura de los "adversarios" que ahora están a las "puertas de Europa".
"Los objetivos de la declaración son varios: desacreditar a Rusia en el mundo, intentar poner en contra de nosotros a nuestros aliados, (…) agudizar nuestra confrontación con Occidente", dijo el senador.
Según el parlamentario, los anglosajones se empeñan en crear una imagen agresiva de Rusia, aunque la historia del país revela que siempre fue un Estado pacífico, incluso durante el período soviético.
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Para Bóndarev, el intento de culpar de todo a supuestos "agentes del Kremlin" no es más que una prueba de problemas políticos internos de los países que reavivan la idea de la amenaza rusa.
"Además se trata de intentos de movilizar a la sociedad alrededor del Gobierno, que es centro de muchas opiniones críticas, tanto en Reino Unido o en EEUU, por medio de la creación de un enemigo fuerte, contra el cual hay que cerrar filas", precisó el político.
El senador recordó que Washington ya en su momento catalogó a Rusia y a China como enemigos de primer orden, ahora también lo hace Londres, explicó.