¿Qué buscan los franceses que demandaron a Apple?

A finales de diciembre de 2017, la asociación francesa HOP presentó una demanda en la que acusaba a la multinacional Apple, tras las revelaciones de que la empresa disminuyó intencionadamente el rendimiento y la duración de sus 'smartphones' mediante su sistema de actualización.

Con el litigio planteado, Francia se convirtió en el tercer país —tras EEUU e Israel- en que se estudiará una demanda contra la multinacional tecnológica. Pero hay un importante matiz: es la primera vez que la demanda se examina en el marco del derecho penal.

Laetitia Vasseur, representante y cofundadora de la asociación Halte à l'Obsolescence Programmée ('Alto a la Obsolescencia Programada', en español, o HOP), aclara que su papel como organización pública es tratar de cambiar la situación de dominio de los gigantes industriales.

La activista considera que no es suficiente simplemente ofrecer a los consumidores una compensación por los inconvenientes causados, sino que "hacen falta cambios radicales".

Vasseur propone que las baterías sean extraíbles y, sobre todo, no permitir que el rendimiento de un teléfono se ralentice como resultado de la actualización del sistema.

"Estamos muy contentos, especialmente desde que la Dirección General de Competencia, Consumo y Represión de Fraudes (DGCCRF) incluso agregó un cargo adicional, que no figuraba originalmente: 'engaño'", agregó.

A su vez, Alma Dufour, coordinadora de campaña para la ONG 'Amis de la Terre' ('Amigos de la Tierra'), explica que cuando se aprobó en Francia la ley sobre la transición energética, la Asamblea Nacional ordenó a los productores que indicaran la vida útil, pero el Senado abolió esta disposición.

"Los teléfonos inteligentes no entran dentro de la regulación, porque se cree que este mercado cambia demasiado rápido… Esto significa que las autoridades han firmado su impotencia en este asunto", comentó.