Un corresponsal de Reuters solicitó comentarios acerca del incidente de la 'interceptación' de los aviones rusos por los cazas del Reino Unido y de Bélgica el 15 de enero.
Curiosamente, la propia Fuerza Aérea Real británica empleó la palabra "monitorear" en vez de "interceptar" en su mensaje de Twitter.
Los aviones rusos realizan vuelos rutinarios en el espacio aéreo internacional sobre los mares del Norte, de Barents y de Noruega, precisó el representante del ente diplomático, y es algo que "no suena alarmante ni siquiera interesante para el público, pero con un poco de creatividad y un juego de palabras la noticia suena diferente".
"La Defensa británica habla de haber 'interceptado' los aviones rusos en las 'áreas de interés del Reino Unido' o en 'sus cielos', etc. En realidad, no hubo ninguna incursión en el [espacio aéreo del] Reino Unido, y ningún avión ruso resultó obligado a aterrizar o cambiar de trayecto", apuntaron los diplomáticos.
La Embajada rusa resumió el ruido mediático acerca del episodio aéreo como "un juego de imitación" que busca más "hacer que sea vista una vigilancia en vez de hacer frente a las amenazas reales".
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