Una menor de 17 años logró escapar en la madrugada del 14 de enero y llamó al 911 desde un celular que había hallado en casa.
Según los oficiales de policía que se reunieron con la menor, aparentaba apenas 10 años y estaba ligeramente demacrada.
Posteriormente, los agentes descubrieron a varios niños atados a sus camas con cadenas y grilletes en un entorno oscuro y maloliente, sin que sus padres —David Allen Turpin, de 57 años, y Louise Anna Turpin, de 49— pudieran explicar por qué retenían a los hijos en esas condiciones.
Al menos siete de los doce cautivos hallados en la casa eran en realidad adultos, con edades comprendidas entre los 18 y los 29 años. Las víctimas parecían estar desnutridas y muy sucias, según el sheriff.
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Sus padres fueron detenidos, llevados a una comisaría para investigación y posteriormente trasladados al Centro de Detención Robert Presley (RPDC).
Se les imputan los delitos de tortura y exposición de menores a peligro, tipificado en las secciones 206 y 273a del Código Penal de California. La fianza se fijó en nueve millones de dólares para cada uno.