"Es una intervención sin precedentes en los asuntos internos de Turquía", dice el comunicado.
La Justicia estadounidense acusa a Atilla de intentar eludir las sanciones de EEUU impuestas contra Irán.
La nota indica que la decisión del tribunal estadounidense se basa "en pruebas falsas y políticamente motivadas".
"El hecho de que el tribunal tomó en consideración las pruebas inventadas, presentadas por los miembros de la FETO (organización de Fethullah Gulen, terrorista para Ankara), resta importancia y confianza de este proceso", dice la nota.
Las autoridades estadounidenses detuvieron a Atilla en marzo de 2017 bajo cargos de organizar una trama con el empresario turco Reza Zarrab, arrestado anteriormente, para transferir dinero a Irán, infringiendo así las sanciones estadounidenses contra el país persa.
Zarrab reconoció que era culpable de haber violado las sanciones contra Irán y actualmente en Nueva York es el principal testigo de las acusaciones contra Atilla.
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El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, afirmó que Washington utiliza el caso para chantajear a Ankara.
A mediados de diciembre pasado, la Dirección de Seguridad turca convocó a un representante del FBI tras la declaración del ministro de Interior, Suleyman Soylu, de que el organismo estadounidense puede estar involucrado en una conspiración contra Turquía.