"De hecho, está dirigido a un cambio autoritario en el sistema político de Polonia. Lo que para la Unión Europea es difícil de digerir", sostiene el especialista.
Mientras que la OTAN puede hacer frente a la diversidad política de sus países-miembros, ya que una amenaza, real o ficticia, funciona como un factor unificador efectivo, la UE no tiene esta capacidad por basarse en una lógica diferente, señala el experto.
Por eso, la Comisión Europea tomó la decisión de comenzar el procedimiento de sanciones contra Polonia, que, según el Colegio de Comisarios de la UE, se apartó de los principios de la democracia.
Anteriormente, el Senado de Polonia había aprobado la versión final de la reforma judicial propuesta por el presidente Andrzej Duda. Según estas enmiendas, la ley sobre el Tribunal Supremo prevé la posibilidad de llevar a este organismo cualquier dictamen de un juzgado de cualquier nivel.
El doble rechazo —a Alemania y Rusia— siempre ha sido la base de la doctrina de la derecha en Polonia y del partido en el poder, Ley y Justicia, encabezado por Jaroslaw Kaczynski. Las relaciones con Rusia están paralizadas desde el 2015, víctimas de la fijación de Kaczynski en el accidente aéreo cerca de Smolensk, en el que murió su hermano Lech. Por su parte, las relaciones con Alemania se están desarrollando en una dirección aún más destructiva, continúa el experto.
Sin embargo, el principal problema es la división cada vez más profunda dentro de la Unión Europea entre su centro occidental y la periferia oriental, a la que la UE no tiene respuesta adecuada y que la deja impotente.
"Es obvio que la rápida expansión de la UE hacia el este fue prematura y llevará a la derrota. Esto ni siquiera requirió de la intervención rusa, que tan a menudo se menciona", concluye Spranger.