"Este año el comercio entre los dos países muestra un crecimiento de 17%", dijo Stadnik.
El 97% de las exportaciones rusas, precisó Stadnik, lo conforman productos no vinculadas a las materias primas.
Además se incrementó un 42% la exportación de equipos avanzados y un 22% las maquinarias, subrayó.
"Las exportaciones de materias primas (…) también aumentaron más del 20%", puntualizó.
Stadnik agregó que las importaciones de equipos avanzados estadounidenses crecieron un 24,5%, mientras que las de maquinaría se elevaron 20,5%.
"Sería incorrecto echar por la borda estos logros por los arranques de rusofobia", apostilló.
Los momentos positivos, dijo, eran ensombrecidos por actos hostiles del Gobierno norteamericano, entre ellos mencionó las sanciones unilaterales, la toma de los edificios diplomáticos rusos en Washington, Nueva York y San Francisco y las restricciones a los productos rusos con medidas antidumping cuestionables.
"En ese sentido elegimos una fórmula simple pero pragmática que consiste en que trabajamos con quienes tienen interés por una cooperación mutuamente beneficiosa y comprenden que se debe tomar en cuenta los intereses de cada parte", subrayó.
Rusia ha refutado repetidamente esas acusaciones, a las que califica de absurdas y de intentos de distraer la atención del público estadounidense de otros asuntos internos.
El propio presidente ruso, Vladímir Putin, indicó que la presunta 'injerencia rusa' fue inventada por los rivales del mandatario estadounidense, Donald Trump, para cuestionar su legitimidad.