Ecuador informó ante la Convención que "hasta el 2016, año en el que se tenía previsto culminar con el desminado humanitario, logró liberar un total de 167 áreas peligrosas en 498.508,38 m2, destruyendo 11.431 minas antipersonales", consigna un reporte del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Ecuador justificó su pedido de aplazamiento debido al terremoto ocurrido en abril de 2016, "que requirió de la relocalización de recursos económicos y logísticos para enfrentar la crisis", además "de las condiciones geográficas y meteorológicas que dificultan el acceso a las zonas minadas, así como al incremento de objetivos y áreas peligrosas".
Con este antecedente, a partir de 2018 el objetivo será liberar un total de 100.496,00 m2 y 3.893 minas antipersonales.
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Tras la firma del acuerdo de paz en 1998, Ecuador y Perú iniciaron una cooperación en varios ámbitos, uno de los principales fue trabajar para erradicar las minas antipersonales en la zona de conflicto.
En septiembre de 1999 se creó el Centro Nacional de Desminado Humanitario (Cendesmi) para impulsar el proceso de desminado en la frontera que se extiende en 1.500 kilómetros, coordinar los esfuerzos nacionales en las tareas de desminado y realizar programas de rehabilitación de las víctimas de minas antipersonales.