Se señala que el dinero pertenece al Fondo Nacional de Kazajistán y proviene de los ingresos petroleros del país. En total, la cantidad congelada representa el 17% del PIB del país.
Stati invirtió en la industria del petróleo y gas del país y afirma que el Gobierno le obligó a vender sus activos a un precio por debajo del que fijaba el mercado. Esa fue la razón que le impulsó a presentar una demanda de 4.000 millones de dólares como compensación. Kazajistán, por su parte, niega las acusaciones.
En enero del 2013, el tribunal de arbitraje de la Cámara de Comercio de Estocolmo reconoció violaciones por parte de Kazajistán y obligó al Gobierno a pagar una indemnización de 500 millones de dólares a la familia Stati. Las autoridades kazajas se negaron a pagar la indemnización al demandante.
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— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 24 ноября 2017 г.
El Banco Nacional de Kazajistán, que administra las reservas estatales, demandó al Tribunal Superior de Londres. El Banco Nacional solicita abolir la congelación de activos y reclama "pérdidas significativas y difíciles de estimar" debido a la imposibilidad de acceder a los activos y completar las transacciones ya iniciadas. Sin embargo, todos los reclamos de la parte kazaja fueron rechazados por el tribunal sin posibilidad de apelación.
"Es una destrucción del statu quo que se ha desarrollado a lo largo de varias décadas. El hecho de que parte del fondo soberano de un Estado pueda congelarse en las cuentas en un banco estadounidense solo mediante una decisión judicial plantea la cuestión de la fiabilidad y la conveniencia de mantener reservas estatales en el territorio de Estados Unidos", comenta Maxim Legüenko, columnista del portal Ridus.
"Si nuestras reservas de oro y moneda extranjera pueden ser retenidas, incluso si esta idea planea en el horizonte, esto es simplemente verdadero terrorismo financiero. Creo que, por supuesto, esto no sucederá. De hecho, sería el preludio de una guerra financiera entre Rusia y quienes lo hagan", subrayó el ministro.
No obstante, la situación en torno a Kazajistán ha puesto de relieve que no hay nada imposible, al menos en lo que se refiere a la toma de reservas soberanas foráneas por parte de EEUU, concluye Legüenko.
