"Las bases están enardecidas, hoy día en La Paz tenemos siete heridos de gravedad y eso nos preocupa", dijo el representante de los movilizados.
El 21 de diciembre la sede de Gobierno vivió una nueva media jornada de protestas que derivaron en una fuerte acción policial frente a grupos de estudiantes de medicina que destruyeron una valla de protección del edificio de Yacimiento Petrolíferos Fiscales en construcción.
Al hacer un balance de los hechos, el presidente del Colegio Médico de La Paz, dijo que aquellas acciones "se pudieron haber evitado si hubiese un diálogo sin condiciones".
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"Las decisiones que toma este Gobierno son realmente radicales y no corresponden a lo que es una democracia participativa", remarcó el galeno que no descartó la posibilidad de que la cúpula de los médicos bolivianos se reúna con el vicepresidente Álvaro García Linera para hallar una salida a la crisis.
"Pedirles, implorarles, que hagan una pausa en estas sus medidas y vayamos a la mesa del diálogo. El vicepresidente Álvaro García Linera ha manifestado su más absoluta predisposición para poder empezar el diálogo", dijo el legislador oficialista citado por la Agencia Boliviana de Informaciones.
Al respecto, Larrea alegó que quizás se podrían suspender las marchas, pero no suspenderían la huelga.
El paro médico, uno de los más prolongados que se vive en Bolivia se desató en rechazo la decisión gubernamental de fiscalizar la labor de los médicos, fijar los aranceles de los servicios privados de salud y penalizar la mala práctica médica.
