"De momento, no representan una amenaza significativa para nosotros, realizamos un análisis al respecto", dijo a los periodistas.
La tensión entre Corea del Norte y EEUU se ha incrementado considerablemente en los últimos meses debido al empeño de Pyongyang de seguir desarrollando armas nucleares y misiles balísticos, al despliegue del sistema de defensa antimisil estadounidense THAAD en Corea del Sur y a las periódicas maniobras militares de Seúl y Washington en la región.
Corea del Norte disparó el 29 de noviembre un nuevo misil balístico intercontinental, Hwasong-15, supuestamente capaz de llevar una ojiva nuclear de gran tamaño a cualquier punto en territorio de EEUU.
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Fue el primer misil lanzado por Corea del Norte desde el 15 de septiembre, aunque en los meses anteriores había realizado una quincena de pruebas de proyectiles balísticos, incluyendo los misiles balísticos intercontinentales capaces de alcanzar el territorio de EEUU, y el ensayo de una bomba de hidrógeno.